Elena de la Luz Ramírez, leyenda viva del son jarocho, recibe la Medalla Bellas Artes

Ciudad de México, 21 de mayo de 2025. Con un video lleno de sones y aplausos desde su patio en Tlacotalpan, Veracruz, Elena de la Luz Ramírez Aguirre —mejor conocida como “Mamá Elena”— agradeció la Medalla Bellas Artes 2025 que el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) le otorgó en la categoría de Danza. La presea, instituida en 1993 como el máximo reconocimiento artístico del país, celebra su incansable labor para mantener vivo el son jarocho y el zapateado tradicional.

Su nieta, Nandy Luna Ramírez, recibió la medalla en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes y, ante funcionarios federales y veracruzanos, recordó que “Mamá Elena es una guardiana del ritmo, de los cantos y de los tejidos que brotan del Papaloapan”.

 

99 años zapateando historias

Nacida el 18 de agosto de 1925, Ramírez Aguirre aprendió a zapatear en los fandangos de la Fiesta de la Candelaria de Tlacotalpan, donde el pueblo se desvela al compás de jaranas y arpas. A lo largo de los años formó a hijos, nietos y bisnietos que hoy militan en compañías como el Ballet Folklórico de la UV y el Ballet Folklórico de México.

En 1974 cofundó la Casa de la Cultura Agustín Lara, epicentro de talleres de jarana, zapateado y confección del traje jarocho, labores que continúan hasta la fecha.

 

¿Por qué es tan valiosa su obra?

El son jarocho es un género mestizo con raíces africanas, indígenas y españolas, ejecutado en fandangos comunitarios donde la música, la décima y el zapateado son inseparables. Su práctica se concentra en la cuenca del Papaloapan y alcanza su clímax cada 2 de febrero durante las fiestas de la Candelaria, consideradas la cumbre cultural de Tlacotalpan.

“Mamá Elena” no solo enseña pasos: también teje los tradicionales vestidos de jarocha, preserva coplas y promueve el respeto a la herencia afrodescendiente e indígena de la región. Su taller es un punto de reunión obligado para músicos emergentes y agrupaciones de proyección internacional.

 

Una medalla con historia

La Medalla Bellas Artes reconoce a artistas cuya trayectoria nutre la identidad cultural del país. En danza han sido galardonados creadores como la maestra Guillermina Bravo y la coreógrafa Pilar Medina. Con este premio, el INBAL subraya que la cultura popular y comunitaria merece el mismo escaparate que las grandes producciones escénicas.

 

Lo que viene

  • Centenario en puerta: en agosto se planea un fandango masivo a orillas del Papaloapan para celebrar sus 100 años.
  • Archivo vivo: la Universidad Veracruzana digitalizará su colección de pasos y décimas para consulta pública.
  • Ruta cultural: la Secretaría de Cultura de Veracruz alista un circuito de turismo musical que incluirá su taller de zapateado.

Todo ello confirma lo dicho por la directora del INBAL, Alejandra de la Paz Nájera: “Elena Ramírez es historia viva del son jarocho y un puente para que nuevas generaciones abracen la tradición”.

 

 

 

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