CDMX a 6 de junio, 2025.- La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) subió el tono de su protesta. Tras casi un mes de plantón en el Zócalo capitalino, este movimiento magisterial ha advertido que no dejarán las calles ni los espacios públicos hasta lograr un diálogo directo con la presidenta Claudia Sheinbaum.
“No es por vacaciones ni por un aumento del 10%. Esta lucha va por nuestras pensiones, por justicia y por dignidad”, declaró Elvira Morales, secretaria general de la sección 14 de Guerrero, durante un mitin realizado frente a Palacio Nacional.
La CNTE exige la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, una reforma que cambió el sistema de pensiones de los trabajadores del Estado, pasando de un modelo solidario a uno individual administrado por Afores. Para los maestros, esta medida representa una pérdida de derechos laborales adquiridos y una vejez precaria.
¿Por qué la CNTE rechaza esta ley?
La principal molestia está en cómo se calcula la pensión: ya no se toma en cuenta el salario mínimo, sino la Unidad de Medida y Actualización (UMA), un monto más bajo que reduce significativamente el ingreso de los jubilados.
Según el ISSSTE, revertir esta reforma es «financieramente insostenible», pero los docentes no aceptan esa justificación. Consideran que, mientras otros sectores reciben atención y recursos, a ellos se les da la espalda.
La CNTE se moviliza contra Sheinbaum
Tras el triunfo electoral de Claudia Sheinbaum, la CNTE advirtió que estará presente en cada evento público de la nueva presidenta hasta que acepte reunirse con ellos.
“Ya no pueden decir que no tienen mayoría en el Congreso. Queremos ver si la doctora realmente va a gobernar para el pueblo o si seguirá ignorando al magisterio”, expresó un vocero durante la movilización del 5 de junio.
Aunque algunas secciones estatales han levantado el paro indefinido, el plantón en el Zócalo de la CDMX se mantiene activo desde el 15 de mayo y no hay señales de que vaya a terminar pronto.
¿Qué más exigen los maestros?
Además de la eliminación de la reforma al ISSSTE, los docentes rechazan los recientes anuncios del gobierno federal como el incremento de 10% al salario y el aumento de días de vacaciones.
“Eso no resuelve el problema de fondo. Seguimos siendo mal pagados, sin garantías para el retiro y con escuelas en condiciones lamentables. Esta lucha es por algo más grande que un bono”, aseguraron.
Lo que sigue
La presión aumentará conforme se acerque el inicio formal del nuevo gobierno. La CNTE ha sido históricamente un actor incómodo para las autoridades federales, y todo indica que mantendrán esa postura durante el sexenio de Sheinbaum.
La pregunta es: ¿habrá voluntad política para abrir el diálogo o el nuevo gobierno también optará por ignorar a quienes insisten en ser escuchados?